Peitieu, Guilhem de (1071-1126)
Guillermo
VII de Peitieu, el Trovador (Guillermo IX de Aquitania, Guilhem VII de
Peitieu;? 1071 - Poitiers 1126), fue un noble occitano, considerado el
primer trovador en lengua occitana, comandante de la cruzada de 1101,
Duque de Aquitania (Guillermo IX de
Aquitania) y de Gascuña (Guillermo IV el Joven) y conde de Poitiers
(Guillermo VII de Poitiers), era hijo de Guillermo VIII de Aquitania y
de Hildegarda de Borgoña. Fue también uno de los personajes más singulares de su tiempo. Sus posesiones representaban más del doble de los dominios reales.
Subió
al poder con 15 años y tuvo algún enfrentamiento con sus vasallos:
Ebles de Châtelaillon se apoderó de la mitad de la isla de Oléron que
pertenecía a la abadía de Trinidad de Vendôme. El
conde Bosón de la Marca, Guillermo Tallaferro conde de Angulema y Hugo
VI de Lusignan el Diablo también dieron algunos pasos para incrementar
su poder y Bosón atacó a Tallaferro que estaba asediando Confolens;
Bosón pero fue muerto en los combates (1091 ). Entonces
comenzó una lucha por la sucesión de Bosón y su tío Eudes entró en
conflicto con Hugo de Lusignan que era su sobrino por parte de madre;
Eudes se alió entonces con Guillermo Tallaferro el antiguo enemigo. En
Parthenay, Guelduí tuvo que hacer concesiones a su hermano pequeño
Ebbó, y este incluso hizo asesinar el 1093 a aimer IV de Thouars. Para poner orden Guillermo IX invadió la región de Parthenay, expulsó a Ebbó y confió la fortaleza de Germond en Guelduí. Un
año después Ebbó conquistó la fortaleza de Germond e hizo asesinar a su
hermano Gelduí, y Guillermo IX acabó reconociendo a Ebbó como señor de
Parthenay.
En 1088, un francés, Urbano II, se convirtió en Papa gracias al apoyo del abad Jofré de Vendôme. El
Papa exigió de Guillermo que obligara a Ebles de Châtelaillon a
restituir Oléron en la abadía de la Trinidad de Vendôme, pero no lo
consiguió por el momento. No fue hasta el
1096 cuando después de excomulgar a Ebles y de serias amenazas, se
produjo la restitución que fue confirmada en el concilio de Saintes el
mares de 1097. Durante este período, en
1094, Guillermo se casó en segundas nupcias con Felipa de Tolosa, viuda
de Sancho Ramiro de Aragón, y obtuvo ciertos derechos sobre el condado
de Tolosa (Felipa era hija y heredera de Guillermo IV de Tolosa), derechos
que hacer valer el 1097 cuando invadió el condado aprovechando que
Ramón IV de Tolosa, tío de su mujer, estaba en la primera cruzada y
ocupó Tolosa, donde estableció a su esposa como condesa; Felipa tuvo el su hijo, el futuro Guillermo X, en la ciudad de Toulouse. Mientras
el Papa le reclamaba que él mismo fuera a Tierra Santa, y le condenó
por el empleo que rompía la tregua de Dios, amenazándole con la
excomunión, y finalmente en diciembre de 1099, en la consagración de la
iglesia de la Chaize en Thouars, Guillermo IX
anunció que tomaba la cruz y para encontrar el dinero suficiente cedió
el condado de Tolosa a Bertran de San Geli, a cambio de una cantidad ya
finales del 1100 evacuó el territorio.
El
año siguiente fue a Tierra Santa (marzo), con un brillante e
indisciplinado ejército de treinta mil hombres, que se reunió con otros
cruzados en Constantinopla, de allí el ejército cruzó en Asia Menor y
fue totalmente deshecho por los turcos en Heraclea
Cybistra en la batalla de este nombre y se salvó sólo con seis
compañeros, el 1102 estaba en Jerusalén por Pascua y en otoño inició el
regreso a Aquitania llegando a Poitiers el 29 de octubre de 1102. En
su ausencia el condado fue gobernado por su esposa Felipa ayudada por
Hugo, el hermano de Guillermo, y por senescales Eudes de Mauzé y Hugo de
Doué.
En 1104 Guillermo ayudó a Folc IV el
Tiburón de Anjou, cuyo hijo Jofré IV de Anjou que tenía el apoyo de su
suegro el conde de Maine Elías de la Fleche, se había sublevado contra
su padre. Guillermo situó su ejército frente al
del rebelde, y finalmente las negociaciones permitieron la
reconciliación de Folc IV y Jofré IV. El 1106 Folc
(después Folc V de Anjou) se convirtió en el heredero de Anjou (al
morir Jofré IV) y Guillermo IX le retuvo un tiempo como rehén negociando
la cesión de algunos castillos de la región de Mirabeau (que
representaban una amenaza para la defensa de Poitiers).
Hugo
VI de Lusignan había expoliado la abadía de Saint Maixent y su hijo
Hugo VII del Oso negaba a restituir los bienes usurpados. Guillermo
IX se vio forzado a hacer la guerra a Hugo que tuvo el apoyo de Ebbó de
Parthenay y del nuevo conde de Anjou Folc V de Anjou el Joven
(proclamado el 1109). Guillermo fue herido ante Taillebourg y finalmente se estableció una tregua.
El 1113 los nobles de Tolosa le llamaron para luchar contre el nuevo conde Alfonso Jordán. El
1114 volvió a invadir el condado de Tolosa, restaurante a Felipa como
condesa, al mismo cometió en Poitou numerosas expoliaciones que
enfrentaron con el obispo de Poitiers Pedro II, y que, junto con otras
causas, le valieron la excomunión por este obispo, Guillermo hizo arrestar al obispo y lo encerró en el castillo de Chauvigny donde murió poco tiempo después. La excomunión le fue levantada el 1117. Fue
durante esta época (entre 1114 y 1120) que Guillermo se enamorarse con
Amauberga del Ile Bouchard (de mal nombre Peligrosa) esposa del vizconde
aimer I de Châtellerault, la vizcondesa abandonó a su marido y vivir de
manera pública con Guillermo el que contribuyó a la excomunión de éste; Amauberga dio nombre a la Torre Maubergeon de Poitiers. Felipa de Tolosa se retiró el 1116 en la abadía de de Fontevraud con Robert de Arbrissel, y murió el 28 de noviembre de 1118. Tuvo siete hijos con Guillermo, de los que dos fueron machos (Guillermo y Ramón).
El
1118 Guillermo reanudó la guerra contra los señores de Lusignan y de
Parthenay, a los que derrotó e hizo prisionero a Simón de Parthenay. Entonces cogió otra vez la cruz para ayudar al rey de Aragón Alfonso el Batallador en su lucha contra los almorávides. El
1120, tras la conquista de Zaragoza colaboró con Alfonso I de Aragón
en la batalla de Cutanda contra los almorávides en Aragón con
seiscientos hombres (18 de mayo de 1120) y entre 1120 y 1123 ayudó
también a los reinos de Castilla y León. Entonces, tropas aquitanas participaron en un intento de conquistar Córdoba.
El
1121 el obispo de Clermont de Auvernia, expulsado de la ciudad por el
conde de Auvernia, pidió ayuda al rey Luis VI de Francia, pasando por
encima de su inmediato señor Guillermo IX. El conde de Auvernia se sometió, la intromisión del rey de Francia en los dominios aquitanos fue un fracaso por Guillem. El
1122, con la ayuda del vizconde de Narbona y del conde de Barcelona
intentó retomar el condado de Tolosa que su esposa había abandonado el
1116, pero fracasó (1123). Al mismo
tiempo tuvo que luchar contra vasallos poco leales: Guillermo III de
Parthenay rehusó pagar el derecho de investidura a la muerte de su padre
Simón II, y fue necesario que Guillermo, hijo de Guillermo IX, ocupara
el castillo de Parthenay para conseguir someter a este rebelde. A continuación fue el conde Vulgrí de Angulema que se agitó. Guillermo
IX marchó contra Blaye y murió en la conquista de la plaza el 10 de
febrero de 1126, siendo enterrado en la abadía de Montierneuf en
Poitiers.